El 2020 ha sido un año muy extraño por muchos motivos, como llevar una constancia del paso del tiempo y las temporadas, pero un detalle que me terminó de desubicar en estos días fue ver que en las cuentas de Instagram relacionadas a Disney estaban celebrando #ChristmasinJuly. Como este es el año para esperar lo inesperado y adaptarse a nuevas circunstancias, decidí ver una película que mezcla características del cine navideño, el musical, el drama adolescente y los zombies para crear una combinación casi perfecta conocida como ANNA AND THE APOCALYPSE.
En este filme vemos como en medio de la época navideña un apocalipsis zombie amenaza la somnolienta ciudad de Little Haven. Esto obliga a la joven Anna (Ella Hunt) y sus amigos a luchar y cantar para sobrevivir mientras se enfrentan a los muertos vivientes en una carrera desesperada por alcanzar a sus seres queridos. Por desgracia, ellos pronto descubren que nadie está a salvo en este nuevo mundo, y con la civilización derrumbándose a su alrededor, las únicas personas en las que realmente pueden confiar son ellos mismos.
ANNA AND THE APOCALYPSE es el segundo largometraje dirigido por el director John McPhail, quien ha comentado que esta producción ha sido influenciada por películas como WEST SIDE STORY, THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW, THE BREAKFAST CLUB, NIGHT OF THE LIVING DEAD, DAWN OF THE DEAD, THE EVIL DEAD, además de la serie de televisión BUFFY THE VAMPIRE SLAYER, específicamente el episodio musical titulado «Once More, with Feeling». El guion de este filme fue escrito por Alan McDonald y Ryan McHenry, pero es una adaptación del cortometraje ZOMBIE MUSICAL, el cual fue creado por McHenry y que fue premiado con un premio BAFTA. Este filme concluye con una dedicación a McHenry porque lamentablemente falleció en el 2015.
Si se toma en cuenta que se trata de una producción independiente con muchas limitaciones de presupuesto y tiempo para filmar, hay que resaltar el buen trabajo que se hizo en esta película a nivel técnico. Por un lado, visualmente está muy bien realizada y se puede apreciar un buen uso de efectos visuales, pero tampoco es espectacular. De todas formas, surgen algunos momentos muy “entretenidos” gracias a un uso creativo de maquille y una mezcla efectiva efectos prácticos y digitales. También hay que mencionar que los números musicales son muy ingeniosos y cuentan con enérgicas coreografías y muy buenas canciones. En cuanto a la musicalización, vestuario y otros aspectos técnicos del filme, aquí el equipo de producción también se las ingenió para mantener crear un filme de muy buena calidad.
A pesar de ser una película que mezcla elementos de por lo menos tres géneros cinematográficos, ANNA AND THE APOCALYPSE cuenta un excelente guion en el que se aprovechan estas características para contar una historia coherente y con personajes que están muy bien definidos. Además, a pesar de que solo cuenta con una hora y media de duración, este filme también incluye referencias a otras películas y pequeñas pistas relacionadas a la transición y destino final de cada personaje. Otro aspecto interesante de esta producción es la facilidad con la que logra las transiciones entre números musicales, escenas dramáticas con diálogos competentes y momentos de suspenso y terror relacionados a una película de zombies. Eso sí, el primer acto de la película puede sentirse un poco lento, pero no es aburrido y es necesario para el desarrollo de la trama y el arco dramático de cada personaje.
El mayor fuerte de la película son sus actores. Ella Hunt le da vida a Anna, una joven que está lista para dejar un lado el pasado para viajar y conocer el mundo a descubrir quién es realmente. La energía que Hunt le da a su personaje se nota cada vez que está en pantalla, desde el gesto más imperceptible hasta la diversión con la que interpreta sus canciones y números musicales. El resto del elenco está a la altura de la actriz principal, pero pocos sobresalen como la actriz Sarah Swire. Ella no solo es muy buena interpretando el personaje de Steph North, una chica que sueña con ser periodista pero que tiene dificultades al socializar con sus compañeros, también se hizo cargo de montar las coreografías de los números musicales de la película. No puedo dejar de resaltar las geniales interpretaciones de Malcolm Cumming como John, Ben Wiggins como Nick y Paul Kaye como Arthur Savage. Los números musicales de estos dos últimos también su dos momentos imperdibles de la película.
ANNA AND THE APOCALYPSE es una película navideña muy inusual. Puede funcionar como simple entretenimiento para el espectador que busca distraerse, pero su compleja trama, su hábil manejo de personajes y diálogos y su balance entre distintos géneros cinematográficos también tiene algo que ofrecer al que busque un filme que es más de lo que parece. Además, los número musicales a veces son mortales como los zombies.