El verano está por concluir pero el bombardeo de remakes provenientes de Hollywood sigue sin parar. Es más, se puede decir que su más reciente entrega es el apogeo de la tendencia de las adaptaciones porque no solo es una recreación de una de las películas más premiadas por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (ya saben, la que entrega el premio Óscar), es la sexta adaptación de la misma historia. Es decir que es el remake de un remake de un remake de un remake, o algo por el estilo. Por su puesto, me refiero a BEN-HUR (versión 2016, en 3D).
Este filme nos cuenta la historia de Judá Ben-Hur, un príncipe judío falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo, quien es un oficial del ejército romano. Ben-Hur regresa a su tierra natal después de años de cautiverio en busca de venganza, pero en vez encuentra la redención (también participa en una carrera de cuadrigas muy impresionante).
Esta producción es solo el más reciente remake de la novela BEN-HUR publicada en 1880 y escrita por Lewis Wallace, pero las adaptaciones basadas en esta historia también incluyen una película muda, una mini serie de televisión, por lo menos un filme animado y la versión más popular de 1959 que fue protagonizada por Charlton Heston y es considerada una de las producciones cinematográficas más influyentes en la historia del cine. Pero la pregunta es, ¿cómo ha quedado la más reciente recreación de esta gran historia? Bueno, digamos que esto es BEN-HUR Light, porque aunque al principio parece que será impresionante, al final resulta que no es tan majestuosa como debió de ser. Si tu película del género épico no está al mismo nivel que un buen episodio de la serie de GAME OF THRONES, entonces tu filme tiene problemas.
Lo primero que hay que resaltar es que esta película fue hecha para disfrutarla en una sala 3D, así que si optan por verla, traten de que sea en ese contexto porque así sí vale la pena. Visualmente está muy bien realizada y las secuencias de la carrera en el circo romano y de la batalla en alta mar son entretenidas, aunque hay momentos en los que los efectos visuales son ven muy falsos. Aún así, en general la película hace un buen trabajo en recrear físicamente el mundo de los personajes de BEN-HUR.
El guión de este filme no está mal, pero tampoco es algo espectacular. Aquí vemos como se alteran algunos detalles de la trama para diferenciar esta producción de la adaptación de 1959, aunque han pasado 11 años desde la última vez que la vi, así que puedo estar equivocado. Asimismo, durante el transcurso del filme se introducen muchas ideas interesantes, pero la mayoría se quedan en el aire o son olvidadas.
Algo que sí estaba ansioso por ver era la carrera de cuadrigas, ya que en la versión de Heston esta escena se convirtió en una de las secuencias de acción más importantes en la historia del cine. Aquí está bien realizada, pero no es nada transcendental.
Después de ver la película le comenté a un amigo como me pareció que aquí alguien mezcló la historia de BEN-HUR con algunos elementos de GLADIATOR y THE FAST AND THE FURIOUS: TOKYO DRIFT. Ahora que lo pienso no solo creo que exageré un poco, también me da pena de que ese no es el caso, porque ese suena como un filme más entretenido que lo que vi. Sí, definitivamente el resultado no habría sido una obra de arte ni algo que merezca un premio de la Academia, pero creo que esta habría sido una mejor película si Dominic Toretto surgiera al final de la carrera en una brillante cuadriga negra para retar al ganador. Sí Hollywood va a seguir con este afán de hacer remakes de grandes películas que no están a la altura de la versión original, lo menos que pueden hacer es agregar cualquier elemento fantástico que se les ocurra para entretener al público.
En cuanto a las actuaciones, tanto Jack Huston como Judá Ben-Hur y Toby Kebbell como Messala Severus hacen un buen trabajo, pero no están a la altura del material. Asimismo, vemos a Morgan Freeman hacer de Morgan Freeman con una peluca extraña, no hace un gran esfuerzo en este papel y su diálogo es atroz, pero lo único que lo salva es su voz de Morgan Freeman (valga la redundancia). Alguien que sí sobresale es Rodrigo Santoro, quien logra una interpretación muy sutil e imponente como Jesús. La manera en que la película presenta este personaje también es muy interesante porque, a pesar de que solo aparece brevemente en algunas ocasiones, cada vez que lo hace su presencia es impresionante. Asimismo, gran parte de la película también se concentra más en el mensaje de amor y paz de Jesús que en sus milagros.
BEN-HUR tiene todos los elementos necesarios para ser una excelente película, pero el resultado final es un filme mediocre que solo vale la pena ver en una gran pantalla para disfrutar de sus efectos visuales. Eso sí, si en el DVD o Blue Ray incluyen una escena de Ving Diesel gritándole “¡Conduce o muere!” a los demás competidores de la gran carrera, lo compraré al instante.