Casi estoy sin palabras porque recién acabo de salir de ver Deadpool y solo puedo decir una cosa: ¡CHIMICHANGAS!… Ok, quizás pueda decir otras palabras (por lo menos 499 más). ¡Esta película es increíble! Hace mucho que no me reía tanto en el cine y tenía aún más tiempo que no veía en otro medio una interpretación tan fiel a la esencia de un personaje de los cómics.
Antes de continuar, es mejor que repasemos la sinopsis de la película, y no se preocupen por los SPOILERS, en esta parte no digo nada que no ha salido en los trailers.
La película cuenta la historia de sobre Wade Wilson, un ex agente de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos que le va muy bien como un mercenario de poca monta y que acaba de conocer la mujer de sus sueños. Aún así, esta etapa feliz de su vida termina cuando se entera de que tiene cáncer y que le queda poco tiempo de vida.
Para salvarse, Wade se ve obligado a unirse a un proyecto secreto para convertirse en un súper soldado. Aunque los experimentos inhumanos a los que es sometido le otorgan un factor curativo artificial que le ayuda a sobrevivir cualquier herida, también dejan su cuerpo completamente desfigurado y su mente desquiciada. Ahora Wilson, quien ha adoptado el nombre de Deadpool, vende sus servicios al mejor postor mientras caza al hombre que destruyó su vida.
Bueno, desde este punto en adelante es posible que sí aparezca algún SPOILER, así que han sido advertidos.
Lo primero que hay que dejar claro es que Deadpool no es un héroe, es un mercenario que apenas llega a nivel de antihéroe y esta no es una película para los niños. Tanto el humor como la acción es totalmente para adultos.
Deadpool, alias Wade Wilson, apareció por primera vez en el mes febrero del año 1991, en el número 98 de la serie de cómics New Mutants, y fue creado por el ilustrador Rob Liefeld y el guionista Fabian Nicieza. Desde aquel entonces, y gracias al trabajo de otros creadores (principalmente el guionista Joe Kelly), la personalidad de Wilson se ha ido moldeando hasta convertirse en el “mercenario bocazas” cuyo desquiciado sentido del humor esconde un alma atormentada y una mente quebrantada. Además, Wilson está consciente de que es un personaje de un cómic, por eso no tiene problemas con detener cualquier historia para romper la cuarta pared y dirigirse al lector. Digamos que es un reflejo oscuro de Bugs Bunny.
Este es un buen ejemplo de lo que es la esencia de Deadpool…
La película, aunque debe de hacer cambios necesarios para adaptar el cómic a la gran pantalla, se mantiene increíblemente fiel al espíritu de Wade Wilson. La irreverencia, el dolor, la violencia, el humor y las demás características del personaje y su mundo están ahí gracia el guión de Paul Wernick y Rhett Reese, y a la actuación de Ryan Reynolds. Así como Robert Downey Jr. nació para ser Iron Man y Heath Ledger nació para ser el Joker, Reynolds nación para ser Deadpool. Aquí él no solo rompe la cuarta pared, como el Wilson de los cómics, la destruye completamente con dinamita marca Acme con tanto estilo que hasta el mismo Coyote se sentiría orgulloso.
También sobresale la interpretación de T.J. Miller como Weasel, el compinche de Deadpool. El humor seco de Miller y la química entre ambos actores es tal que valdría la pena hacer otra película en la que solo salgan los dos intercambiando chistes e insultos. Asimismo, también hay que mencionar a Morena Baccarin como Vanessa, la novia de Wade. Baccarin le da vida a un papel que en manos de otra actriz el resultado habría sido “novia genérica en apuros #34”. También ayuda que existe muy buena química entre ella y Reynolds. Las demás actuaciones están más que aceptables, hasta Gina Carano cumple con los requisitas de su papel (que, por suerte, no tiene muchos diálogos en el filme).
Las escenas de acción, al igual que los efectos visuales, están muy bien realizadas, pero uno de los mejores momentos ocurre al inicio a la película, con una secuencia que no solo muestra una forma creativa y graciosa de mostrar los créditos, sino que también sirve como ejemplo magistral de cómo establecer el tono de la historia desde un principio.
Por otro lado, digamos que la violencia es bien gráfica, y exagerada, y va más allá de lo que uno espera de un filme de superhéroes, pero como ya mencioné anteriormente, no estamos hablando de un *^&% miembro de los #$$^%$# Super Amigos.
Otro detalle a favor de la película es que no tiene miedo de burlarse de sus propios defectos, desde los desaciertos de su guión hasta los límites de su presupuesto. Esta es una ventaja ya que, si uno toma el tiempo para analizar este filme desde un punto de vista más objetivo, le encontrará muchas faltas. Hasta es posible que algunos fans de los cómics no estén de acuerdo con la interpretación de algunos personajes secundarios, pero al final no importa. Parte de la magia de esta película es que uno está tan entretenido con lo que ocurre en la pantalla que deja pasar esas imperfecciones. Por suerte no son tan graves y no distraen de la diversión.
Y eso es Deadpool, un filme muy gracioso, y violento, que por 108 minutos le brindará al espectador un escape de los agobios del día a día y eso es parte de la magia del cine. Aunque en el caso de Deadpool, para invocar esa magia hay que decir la palabras mágicas: ¡*&%$ ^@#% chimichangas!
FICHA TÉCNICA:
DEADPOOL
Género: Acción, Comedia
Director: Tim Miller
Guión: Paul Wernick, Rhett Reese
Elenco: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, T.J. Miller, Gina Carano y Brianna Hildebrand.