Normalmente no me atraen las películas que tratan de inculcar un “mensaje especial” en la mente del espectador, por eso cuando tuve la oportunidad de ver LA FAMILIA REYNA al principio estaba preocupado de que este sería un caso similar, pero por suerte no fue así. Este filme sobre una familia agrícola dominicana trata de equilibrar elementos del género de drama familiar, la religión y la comedia (bueno, un poco de comedia), y aunque a veces falla, en general hace un buen trabajo.
La película se desarrolla en El Valle Constanza y aquí conocemos a Isaac, un exitoso y emprendedor joven que mantiene a su familia y a sus padres, aunque sus responsabilidades evitan que pase mucho tiempo con su esposa y su hijo. Isaac ha tenido que llevar en sus hombros el negocio heredado de su padre, ya que su irreverente hermano Ismael partió del pueblo hace años y nadie ha vuelto a saber de él. Ahora Ismael ha regresado y su presencia causa una serie de acontecimientos que ponen a prueba el amor y la unión de esta familia.
Dirigida por Tito Rodríguez, y con un guión escrito por el fenecido Carlos Quezada, el filme hace un gran esfuerzo para contar una buena historia a la vez que trata de evitar caer en exageraciones, estereotipos, sobreactuaciones y otros males que han afectado otras producciones dramáticas locales. Asimismo, aunque sí hay un mensaje principal que es un elemento muy importante de la historia, esto no impide que la trama se desenvuelva de una manera natural y que el desarrollo de los personajes sea creíble. Eso sí, hay algunos momentos del filme en que este equilibrio se pierde y se siente que la película está predicando; también hay algunos conflictos que son muy superficiales y se resuelven con soluciones demasiado simples. Aún así, esto no es un problema muy grave.
El elenco de LA FAMILIA REYNA incluye a David Maler, Danilo Reynoso, Cuquín Victoria, Adalgisa Pantaleón, Evelyna Rodríguez, Carasaf Sánchez, Erick Vázquez, entre otros actores dominicanos. Maler sobresale en el papel de Ismael y logra una excepcional interpretación de la transformación emocional y física que sufre su personaje. También hay que resaltar la actuación de Adalgisa Pantaleón, esta actriz es excelente como doña Sarah, y el trabajo de Cuquín Victoria, quien se desenvuelve muy bien en un papel dramático. El resto del elenco también hace un buen trabajo, pero hay momentos en que algunas de estas interpretaciones carecen de fuerza.
En general, el aspecto técnico de LA FAMILIA REYNA está muy bien logrado. La edición le da a la película un ritmo dinámico y maneja sus cortes y saltos temporales con una sutileza que evita que el espectador pierda el hilo de la historia. Esto parece como algo muy simple, pero es un error muy común en muchas producciones, sin importar su país de origen. También vale la pena destacar la fotografía del filme. Las tomas de Constanza son hermosas y se muestran de una manera muy eficaz durante el transcurso de la película. Es decir que no distraen, no se sienten forzadas y no convierten al filme en una pieza de una campaña turística.
En resumen, aunque LA FAMILIA REYNA tiene sus desaciertos, es un buen intento en el género del drama familiar que demuestra que el crecimiento del cine dominicano continúa. Sí, hay algunos momentos en el que el “mensaje especial” que quiere impartir se siente algo forzado, pero no deja de ser una buena película para verla en una sala de cine.