Cuando se buscan películas que sirven como un buen ejemplo del género de fantasía infantil, hay una que siempre debe de estar en esa selección: LABYRINTH. Esta joya de mediados de la década de los 80 no solo es el producto de una colaboración entre reconocidos creadores de distintos medios artísticos, también es un divertido filme que tenía una presencia constante en la televisión durante mi niñez y que por fin he tenido la oportunidad de volver a ver. Admito que estaba un poco preocupado porque tenía años y años sin ver esta película, pero por suerte confirmé que ha valido la pena volver a verla.
Esta es la historia de Sarah (Jennifer Connelly), una chica de quince años que le encanta el mundo de la fantasía, el teatro y las fábulas, pero no se lleva bien con su padre ni su madrastra. Una noche que se ve obligada a cuidar de su pequeño hermano Toby (Toby Froud) y ella desea que se lo lleven los duendes. Todo se complica cuando se deseo se hace realidad y ahora Sarah solo tiene trece horas para llegar al centro de un laberinto donde nada es lo que parece para salvar al bebé de las garras del rey de los duendes, Jareth (David Bowie).
Esta película es un proyecto encabezado por tres grandes artistas. El primero es su director, Jim Henson, el titiritero, productor y escritor mejor conocido como el creador de los MUPPETS (quienes, desafortunadamente, no aparecen en esta película). En segundo lugar el guion fue escrito por Terry Jones, el cineasta, comediante e historiador británico que también formó parte del legendario grupo cómico MONTY PYTHON y que dirigió película como MONTY PYTHON AND THE HOLY GRAIL, LIFE OF BRIAN y ERIK THE VIKING. Y por último tenemos a David Bowie, artista que es icono del rock y la moda, músico, compositor, diseñador y un sinnúmero de títulos más. En este caso Bowie no solo actúa en el filme, también compuso e interpretó las canciones que forman parte de la banda sonora.
Uno de los más importantes atractivos de esta producción es cómo tres creadores tan diferentes y tan talentosos pudieron aportar sus talentos para enriquecer y dejar sus huellas en esta película sin que esta pierda su esencia ni coherencia. Ah, y un tipo llamado George Lucas fue uno de los productores de esta película.
A nivel técnico esta película es una maravilla. Aquí Henson y el resto de su equipo nos muestran un maravilloso mundo con extraordinarios escenarios y fantásticas criaturas. A pesar de que hablamos de una película que se estrenó hace más de tres décadas, LABYRINTH tiene poco que envidiarle a producciones más modernas en cuanto a dirección de arte, fotografía, efectos visuales y edición.
También hay que resaltar la atención que se le dedica hasta al más mínimo detalle que aparece en pantalla. Por ejemplo, la habitación del personaje de Sarah contiene muchos elementos relacionados a la trama del filme y a personajes del laberinto.
En realidad, el único problema que tiene este filme es una escena en particular que no mencionaré aquí pero cualquier espectador la podrá identificar. Aquí se notan los limites de la tecnología de la época y en realidad no aporta nada interesante a la trama, pero por suerte es una secuencia breve.
El guion en sí está muy bien realizado y está parcialmente basado en OUTSIDE OVER THERE, un libro infantil escrito e ilustrado por Maurice Sendak, el creador del libro WHERE THE WILD THINGS ARE. La trama en sí es como una fábula de antaño y mantiene un buen balance entre la aventura, el humor y, como se trata de una producción de los 80, las situaciones más complejas y oscuras. En realidad, el único desacierto de este guion es el diálogo porque en algunas escenas se siente torpe e inorgánico. Claro, como se trata de un guion de Terry Jones, de vez en cuando aparecen unos chistes dirigidos a los adultos pero estos no entorpecen el ritmo de las escenas en las que aparecen.
El elenco de este filme solo contiene cinco humanos, el resto son títeres, pero entre estos talentos sobresale el increíble David Bowie. Ya sea dominando cada escena en la que sale como el rey Jareth o cantando sus excelentes canciones, cada vez que Bowie aparece en la pantalla se roba la atención de todos, tanto la del espectador como la del resto de los personajes. Por otro lado, la actuación de Jennifer Connelly no funciona siempre y normalmente alterna entre los estados de “tan emocional como un robot” y “niña necia”, pero tiene algunos buenos momentos a lo largo del filme.
LABYRINTH sigue siendo un clásico del género de la fantasía infantil gracias a elementos como personajes inolvidables, un mundo increíble, una historia más que fantástica y David Bowie (aunque seamos honestos, con Bowie es suficiente).
Este es un filme que vale la pena ver más de una vez para descubrir nuevos detalles y porque no deja de ser una experiencia divertida.