¡No lo puedo creer! ¿Quién permitió este crimen cinematográfico? ¡El mundo ya no tiene sentido! Rambo es uno de los íconos del cine de acción de mi juventud y aunque nunca pensé que sus película son joyas del séptimo arte (Sylvester Stallone no es Chuck Norris así que se puede decir la verdad sin correr el riesgo de ser aniquilado por él), por lo menos son buenas películas de guerra y la primera parte es genial. Cuando me enteré que esta saga iba a continuar con una quinta entrega estaba un poco nervioso, pero no dejaba de tener la esperanza de que RAMBO: LAST BLOOD por lo menos sería entretenida. ¡Qué ingenuo fui!
Aquí nos volvemos a encontrar con John Rambo (Stallone), el legendario veterano de la guerra de Vietnam que por fin había regresado a la granja de su familia para pasar el resto de sus días en paz. Por desgracia, su ahijada comete el error de cruzar la frontera para ir a… ¡México! ¡Tan tan taaan! (No exagero con ese comentario, en este filme los personajes reaccionan como si un viaje a México es similar a trancarse en una habitación oscura llena de serpientes venenosas). Rambo va en busca de la joven pero su camino se cruza con un peligroso cartel y una red de trata de blancas. Ahora el viejo soldado deberá enfrentarse a su pasado y utilizar sus despiadadas habilidades de combate para vengarse en una misión final.
Este es segundo filme dirigido por Adrian Grunberg después de GET THE GRINGO, aunque este cineasta tiene más experiencia en otras áreas como asistente de director, director de segunda unidad y productor. El guion en sí fue escrito por Matthew Cirulnick y Sylvester Stallone, pero está basado en una historia creada por Stallone y Dan Gordon. Asimismo, una de las compañías de producción de este película es Balboa Productions y uno de sus presidentes es Stallone. En otras palabras, en el caso de que Stallone no tenía la palabra final en cuanto a las decisiones creativas de este filme, por lo menos sí debió de tener suficiente influencia para evitar esta producción no se convierta en una desastre. El gran misterio de RAMBO: LAST BLOOD es por qué Stallone no pudo salvar esta película.
La parte técnica de esta producción, es decir, fotografía, efectos visuales, edición, etc., es aceptable pero no está a la altura de las otras entregas de esta franquicia. Visualmente parece una película cualquiera, aquí Sylvester Stallone se parece más a al monstruo de Frankenstein que a Rambo y la mayoría de las escenas de acción son genéricas. Las pocas escenas de este tipo que sobresalen pertenecen más a una película de terror que a una aventura de Rambo.
Las secuencias de acción en sí dan la impresión de que fueron creadas por alguien que recién vio FIRST BLOOD y decidió crear algo similar pero más “intenso” y por lo tanto menos creíble. Es como si Rambo acababa de terminar un maratón de los Tres Chiflados y las películas de SAW antes de prepararse para la confrontación final.
En cuanto a la trama en sí, este material es tan poco original que mientras veía la película me imaginaba cuál era la inspiración de cada disparatado elemento utilizado. En realidad cada una de estas ideas merecía su propio filme y después de ver esto no me molestaría que hicieran algo como RAMBO TEXAS RANGER, RAMBO MALBORO MAN, FRANKENRAMBO, RAMBO: THE TAKENING y RAMBO VS LA MONTAÑA (aunque creo que este último ha sido un contrincante de Stallone yen varios filmes).
Asimismo, esta es una historia superficial con un defectuoso manejo de los arcos dramáticos de sus personajes y en la que se toman pésimas decisiones para la realización de su desenlace. Esto se nota en cada detalle de la trama como la forma en que tratan un viaje a México como si fuera una sentencia de muerte, dan la impresión de que no tienen una idea clara de qué hacer con sus villanos y quizás el peor pecado que se cometen aquí es que una de las muertes más importantes de toda la película ocurre fuera de cámara.
Los actores tampoco ayudan porque la mayoría de ellos parecen que van en automático y el resto es peor. También la manera en que desperdician a Óscar Jaenada y Paz Vega debiera de ser considerado un crimen.
El que quiera ver esta película porque cree que van a tratar a John Rambo con la misma dignidad que le dedicaron a Rocky Balboa en las entregas más recientes de su franquicia, buena, estará muy decepcionado. En serio, es como si los productores de este filme vieron LOGAN y se dijeron entre ellos: “Nosotros podemos hacer todo lo contrario a eso. Nosotros podemos crear una película ANTI-LOGAN”.
Si es un fan de este personaje lo mejor que puede hacer es imaginarse que la historia terminó con RAMBO, la cuarta parte. Ahí Rambo tiene más en común con Jason Vorhees, pero es una película de acción entretenida (pero no buena) y le da un final feliz al personaje. RAMBO: LAST BLOOD daña todo lo que vino antes. Así es, RAMBO es una mejor película que RAMBO: LAST BLOOD y ya nada tiene sentido en este mundo.
Ahora solo nos queda la esperanza de que Stallone haya aprendido su lección y deje esta franquicia en paz al menos que tenga algo digno que le pueda agregar.