Un año después del estreno de STAR WARS: EPISODE VII – THE FORCE AWAKENS y ya estamos otra vez en la salas de cine para presenciar el estreno de otro filme situado en aquella lejana galaxia llena de aventura y magia (o mejor dicho, la FUERZA), pero esta vez es diferente. Esta vez se trata de ROGUE ONE: A STAR WARS STORY, una historia que está a parte de los otros episodios de Star Wars y que muestra un punto de vista menos fantástico y más humano de esta gran saga.

Años después de la caída de los Jedi y el fin de la República, el opresivo Imperio Galáctico domina toda la galaxia y está punto de terminar la construcción de su arma más mortífera, la Estrella de la Muerte, una gigantesca estación espacial con la capacidad de destruir todo un planeta. Un grupo de agentes de la Alianza Rebelde decide realizar una misión de muy alto riesgo: robar los planos de la estación antes de que entre en operaciones.

Lo primero que hay que aclarar es el lugar de esta película dentro de la continuidad de la saga de Star Wars. ROGUE ONE está ambientada después de los acontecimientos de STAR WARS: EPISODE III – REVENGE OF THE SITH y la serie animada STAR WARS REBELS, pero justo antes del inicio de STAR WARS: EPISODE IV – A NEW HOPE. Aún así, se mantiene al margen del arco argumental principal de la saga, es decir, que no afecta directamente la historia de la familia Skywalker (parece que esta es la primera película de Star Wars en la que ni siquiera se menciona ese nombre).

Podemos decir que este filme es un experimento ya que es la primera de una serie de antologías planeadas por Lucasfilm y Walt Disney Studios Motion Pictures para explorar el universo creado por George Lucas. Para hacer de este ensayo una realidad se eligió al Gareth Edwards, un joven director cuyo mayor éxito ha sido el remake de GODZILLA del 2014 (si no contamos esta producción solo ha dirigido dos películas). Aunque aquel filme tiene algunos problemas de guión y ritmo, visualmente sí es muy impresionante, por eso es muy curioso que Lucasfilm haya elegido un cineasta con tan poca experiencia como director de ROGUE ONE.

Fuente: Google Images

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Es increíble como Edwards y el resto de su equipo se valieron de cada herramienta a su disposición para asegurarse que esta película sea similar a las otras entregas de la franquicia mientras establece su propia identidad. Por ejemplo, para que ROGUE ONE mantenga el estilo visual de la trilogía original, Edwards y Grieg Fraser, el director de fotografía del filme, combinaron lentes de cámara de la década de los 70 con tecnología actual y utilizaron escenarios y locaciones del primer filme de Star Wars como el Aeródromo de Cardington, locación que sirvió para crear el set de Yavin 4 en el Episodio IV y que se volvió a utilizar en esta ocasión.

Como en THE FORCE AWAKENS, aquí se ve un buen balance entre el uso de efectos especiales digitales y prácticos en las naves espaciales, los disfraces y otros detalles del filme, pero de todas formas, desde las asombrosas tomas de las naves surcando el espacio exterior hasta lo asombrosos paisajes de los distintos planetas que se visitan a lo largo de la película, la fotografía de ROGUE ONE es una de las características que más la distingue de las demás entregas de esta franquicia.

Asimismo, la iluminación también juega un rol importante en la manera que se cuenta la historia como se puede notar una tonalidad turbia u oscura en las escenas donde los personajes se encuentran en una encrucijada moral y la intensa iluminación utilizada en los momentos culminantes de sus arcos dramáticos.

Fuente: Lucasfilm/ILM


Photo credit: Lucasfilm/ILM

La intención de mantenerse fiel al estilo de las primeras películas se nota en otros aspectos de esta producción como en la vestimenta que se utilizó durante la filmación. David Crossman, el diseñador de vestuario, confirmó que algunos de los trajes usados en trilogía original también fueron utilizados aquí y esto se nota especialmente en la vestimenta de Darth Vader. También es necesario resaltar la restauración y uso de material filmado para los episodios IV y VI que nunca fueron utilizados pero que fueron integrados perfectamente a las secuencias de batallas espaciales de ROGUE ONE.

Ese es otro elemento muy bien realizado del filme: la acción. No nos podemos equivocar, aunque tenga las palabras STAR WARS incluidas en su título, este es un filme de guerra y espionaje y esto le da un enfoque distinto a las batallas. Es decir que las batallas entre naves espaciales, las confrontaciones entre fuerzas terrestres, las coreografías de combates de mano a mano y hasta las inmensas explosiones, todo tiene un enfoque distinto y se ve espectacular.

En esta ocasión John Williams no estuvo a cargo de la musicalización, sino Michael Giacchino, compositor de todas las películas de J.J. Abrams (excepto THE FORCE AWAKENS). Giacchino mantiene algunas composiciones de la saga original que solo aparecen brevemente a través filme, pero en general la banda sonora tiene su propia identidad y funciona con el concepto de la película. Eso sí, es posible que la obra de Giacchino sea desconcertante para aquellos que vayan esperando la música de Williams.

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La edición estuvo a cargo de John Gilroy, Colin Goudie y Jabez Olssen y en general está muy bien lograda, especialmente en las secuencias de acción y en el tercer acto del filme, pero tiene sus deficiencias. Me refiero a que el ritmo de la película a veces falla o se siente muy lento, especialmente en el primer acto, pero esto puede ser a causa de que se tuvo que volver a filmar un 40% de las escenas del filme luego de que los ejecutivos de Disney vieron un primer corte de ROGUE ONE y no estuvieron satisfechos. Esto es una práctica común para grandes producciones de Hollywood, pero se nota que los cambios fueron drásticos por el irregular ritmo de la película y la falta de muchas escenas que salieron en el primer tráiler. Por suerte este no es un problema muy serio y no afecta totalmente la experiencia de ver esta película.

El guión fue escrito por Chris Weitz y Tony Gilroy, pero está basado en la historia creada por John Knoll y Gary Whitta (la cual está basada en personajes creados por George Lucas). A pesar de que hay tantas personas involucradas en su creación y desarrollo el guión funciona, logra contar una buena historia con personajes que están muy bien definidos y le dedica a cada uno momentos en los que pueden relucir. Aún así, este guión también tiene sus defectos, el mayor de estos es el desarrollo de algunos personajes. Por ejemplo, esto se nota en el caso de los dos personajes principales de la película, Jyn Erso (Felicity Jones) y Cassian Andor (Diego Luna), cuyos arcos dramáticos se sienten apresurados, aunque esto también puede el resultado de los cambios de último minuto que sufrió la producción.

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Por cierto, la película está repleta de easter eggs con detalles de otras historias del universo de Star Wars (tanto películas como series animadas) y cameos de personajes “clásicos” que son posibles gracias al uso de efectos especiales y material inédito de las películas originales. No voy a decir cuáles son estos cameos porque parte de la experiencia de ver esta película en el cine es la sorpresa de ver otra vez a estos personajes en la gran pantalla. Aunque todo esto es muy entretenido para los fans con un amplio conocimiento de Star Wars, no es necesario captar estos detalles para entender la historia.

ROGUE ONE también cuenta con una buena cantidad de nuevos personajes y un excelente elenco para interpretarlos. Tenemos a Jyn Erso (Jones) una joven y testaruda guerrera que asiste a la Alianza Rebelde en una importante misión por motivos personales y a Cassian Andor (Luna), un experimentado oficial de inteligencia de los rebeldes, en ambos casos tanto Jone como Luna logran expresar el rango de emociones internas que viven sus personajes con interpretaciones sutiles y los arcos dramáticos de los dos son creíbles aunque, como ya mencioné anteriormente, se sientes apresurados.

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Ben Mendelsohn interpreta al Orson Krennic, el director imperial responsable del desarrollo del proyecto Estrella de la Muerte y de mantener su seguridad. Mendelsohn hace un buen trabajo con el material pero el problema de Krennic no es la interpretación del actor, es el personaje en sí. Este es oficial imperial mezquino y acomplejado que solo le interesa ser reconocido por sus superiores y el ascenso de su carrera militar. Debido a la manera en que es presentado en el filme a veces siente que solo está ahí para demostrar qué tan peligrosos y eficientes son los otros villanos de la saga.

ROGUE ONE también tiene una buena selección de personajes secundarios como Chirrut Îmwe, un guerrero místico ciego y arduo creyente en la Fuerza que es interpretado por legendario estrella de filmes de artes marciales, Donnie Yen. Îmwe se roba casi todas las escenas en la que sale por la gracia de Yen y por sus impresionantes escenas de acción. Forest Whitaker también hace un buen trabajo como Saw Gerrera, un veterano de la Guerra de los Clones, pero este es un personaje más interesante por su apariencia física que por la interpretación de Whitaker. Jiang Wen como Baze Malbus y Riz Ahmed como Bodhi Rook también tienen buenos momentos y tiene muy buena química con los demás miembros del elenco, pero no sobresalen como el K-2SO4 de Alan Tudyk, un droide de combate Imperial reprogramado por los rebeldes que tiene algunas de las mejores frases del filme. A pesar de ser una entidad artificial la interpretación de Tudyk convierte a K-2SO4 en un personaje entrañable y divertido.

Por cierto, ¿ya compartí una de mis frases favoritas del filme? “¡Salva la rebelión, salva el sueño!”. Un detalle que une a estos personajes y otros que no he mencionado es la esperanza, la cual es un tema muy importante del guión. Es la principal motivación de la Alianza Rebelde y el catalizador de la evolución de algunos individuos. La película logra que la esperanza esté presente hasta en sus momentos más oscuros y es el elemento esencial para preparar la transición entre ROGUE ONE y el Episodio IV.

Fuente: Google Images

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En general ROGUE ONE: A STAR WARS STORY no es la típica película de Star Wars y no creo que se deba de comparar con THE FORCE AWAKENS. Sí, ambas ocurren en el mismo universo (aunque en distintas épocas), pero la esencia es distinta. Episodio VII mantiene la magia y la aventura de la saga, mientras que ROGUE ONE es una película de guerra que muestra el heroísmo de personas normales que, aunque se encuentran en situaciones desesperadas se aferran a la esperanza y hacen su deber. Esta es una historia sobre personas que se convierten en héroes.