¡Por fin! Después de años desde que se anunció esta coproducción entre Sony Pictures y Marvel Studios (eeh, fue en el 2015, ¿verdad?), por fin se estrenó SPIDER-MAN: HOMECOMING, el filme que introduce oficialmente al Hombre Araña al Universo Cinematográfico de Marvel (después de CAPTAIN AMERICA: CIVIL WAR, claro) dejando a un lado la continuidad de las dos versiones anteriores, pero ¿qué tan buena fue esta interpretación del héroe trepamuros? ¿Valió la pena la espera? ¡Veamos!
Esta es la historia de Peter Parker, un joven estudiante de secundaria que tiene que balancear sus estudios con sus aventuras como el sorprendente Hombre Araña y, aunque cuenta con los consejos de su mentor Tony Stark, Iron Man, tendrá con la nueva amenaza del Buitre.
Este es solo el tercer largometraje del director Jon Watts, quien anteriormente había dirigido CLOWNS, una película de terror, y el thriller COP CAR, lo cual lo convierte en una elección muy “interesante” para dirigir una producción que no solo es la nueva versión de Spider-Man sino la decimosexta película del Universo cinematográfico de Marvel.
El filme en sí se integra sutilmente a la continuidad establecida en las otras películas de la franquicia. Por ejemplo, a pesar de que la primera aparición de este Peter Parker fue en CAPTAIN AMERICA: CIVIL WAR, el guion de este filme logra integrar esos acontecimientos y los de la primera película de AVENGERS a su trama. Asimismo, la película está repleta de referencias a otras producciones cinematográficas de Marvel y a los cómics en los que se basa como nombres de personajes, fotos e imágenes que aparecen en el fondo de algunas escenas y hasta varias secuencias de acción.
En cuanto al aspecto visual y efectos especiales SPIDER-MAN: HOMECOMING es una película que está muy bien realizada y se nota como han avanzado este tipo de efectos si se compara con la primera SPIDER-MAN del 2002, aún así, hay algunas escenas de acción en las que no se distingue muy bien qué es lo que ocurre, especialmente en las secuencias que ocurren de noche.
Como ocurre en el caso de Peter Parker, quien balancea su vida privada con la de superhéroe, el guion del filme logra presentar al público al mundo de Parker y agrega elementos del resto del universo de Marvel a la vez que cuenta una historia interesante. Es de gran ayuda que el equipo de Marvel Studios confiara tanto en que el público no necesitaba ver otra vez los inicios de Spider-Man y no hicieron una recreación de su origen, es más, al tío Ben no lo mencionan en todo el filme y esto es quizás un reflejo de un punto débil de la trama, la falta de voluntad para comprometerse a contar los aspectos más traumáticos del personaje con más detalles. El filme entero es algo ligero con el drama a pesar de ser una película de adolescentes y en que el personaje principal y su amigo son parias sociales.
Spider-Man es un personaje con décadas de historias y continuidad al que muchos escritores y artistas han aportado a la evolución de Peter Parker y al desarrollo de las distintas facetas de su personalidad. Sí, para algunos Spider-Man es un gran héroe con un buen sentido del humor, pero también ha pasado etapas oscuras y hasta ha sido considerado una amenaza para la ciudad. Por otro lado, debajo de la máscara está Peter Parker, un individuo con una suerte tan mala que es posible que sea primo de Charlie Brown. En otras palabras, es un personaje con muchas matices, demasiadas para ser representadas justamente en un filme de casi dos horas, por eso los guionistas hicieron un gran esfuerzo para captar lo más esencial de Peter Parker y su alter ego para poder recrearlo en el contexto de este universo.
En cuanto a Spider-Man en sí, Tom Holland no solo parece físicamente lo que debiera de ser un Hombre Araña adolescente sino que también encarna las cualidades más importantes del personaje como sus inseguridades, su valor, su deseo por hacer lo correcto, su necesidad de hacer chistes en situaciones peligrosas para que nadie se de cuenta qué tan nervioso está. En realidad se siente que cada vez que Peter Parker se pone el traje no solo lo hace porque “con un gran poder viene gran una responsabilidad”, sino porque ser el Hombre Araña y volar por los techos de la ciudad es un escape de su realidad de “perdedor” ante los ojos de sus compañeros de clases.
Michael Keaton vuelve a interpretar un personaje alado (como Batman y Birdman) pero lo hace de una forma “aterrizada”. Adrian Toomes puede ser gracioso, despiadado y hasta manipulador pero gracias a la interpretación de Keaton todas estas facetas de su personalidad son creíbles al igual que su motivación para cometer fechorías y gracias a esto conecta con el público.
Robert Downey Jr. sigue siendo excelente como Tony Stark. En su actuación y la forma en la que interactúa con Peter Parker hay pequeñas insinuaciones de que Stark aun siente los efectos emocionales de los eventos de AVENGERS: AGE OF ULTRON y CAPTAIN AMERICA: CIVIL WAR. El resto del elenco está muy bien, especialmente Marisa Tomei como la tía May y Jacob Batalon como Ned Leeds, un personaje con un destino trágico en los cómics así que hay que ver si esto lo tratarán en futuras entregas de esta saga.
Al final del día, SPIDER-MAN: HOMECOMING es una fiel adaptación tanto de la esencia de Peter Parker como de Spider-Man dentro de una buena historia que enriquece el Universo Cinematográfico de Marvel y que ofrece al público un gran escape en las salas de cine. Es una excelente bienvenida a un gran héroe.