¡Es increíble la rápido que pasa el tiempo! Para mí se siente que fue los otros días que vi ROGUE ONE: A STAR WARS STORY y ya en las salas de cine se estrenó STAR WARS: EPISODIO VIII – LOS ÚLTIMOS JEDI, filme que he visto… ¡Dos veces! Sé que parece una exageración ir al cine dos días de seguido para ver la misma película pero es que este capítulo de la saga de STAR WARS viene cargado con tantos elementos y detalles que hay que tomarse un tiempo para procesarla que por momento parecía que veía todos los capítulos de la temporada de una serie de TV en un solo intento.
El capítulo VIII de la ópera galáctica que tiene más de 40 años cultivando la imaginación de las masas inicia momentos después del final de STAR WARS: EPISODIO VII – EL DESPERTAR DE LA FUERZA. Aquí vemos como Rey busca la guía de Luke Skywalker para desarrollar sus habilidades recién descubiertas. Al mismo tiempo Finn (al parecer Finn y Rey se mantendrán como el Sting y Adele del universo de Star Wars y por eso no necesitan apellidos), Poe Dameron, Leia ( ¿Solo Organa Skywalker? ¿Organa Solo Skywalker? ¿Skywalker Organa Solo?) y el resto de la Resistencia(nombre que suena mucho mejor con un acento francés) tratan de huir de los devastadores ataques de la Primera Orden y los malévolos planes del Líder Supremo Snoke, Kylo Ren y el general Hux.
LOS ÚLTIMOS JEDI es un filme dirigido y escrito por Rian Johnson, el creador de increíbles películas como BRICK y LOOPER. Ya sea contando una historia perteneciente al género del film noir en el contexto de una escuela secundaria o armar una trama que combina viajes en el tiempo con asesinatos relacionados la mafia, Johnson es un cineasta con un estilo visual peculiar y que cuida hasta el más mínimo detalle de lo que el público ve en la gran pantalla, tendencias que se notan en su más reciente producción.
Lo primero que hay que mencionar es que visualmente, tanto la fotografía y los efectos especiales de esta película son espectaculares y no se puede esperar menos. Hablamos de STAR WARS así que se supone que veremos grandes batallas tanto en el espacio como en nuevos planetas, incluyendo impresionantes secuencias de acción, exóticas razas alienígenas y llamativas naves espaciales. Este filme tiene todo eso y más y también encontrarán más de un instante en el que la historia, los efectos, la fotografía, el sonido, el silencio y otros elementos se combinan para proveer inolvidables momentos que volverán locos al espectador sin importar quién es. Eso sí, en pocas ocasiones si aparece alguna toma o escena en el que los efectos se sienten torpes y pocos creíbles, pero por suerte esto solo ocurre en par de ocasiones.
En cuanto a la historia en sí Johnson ha creado una compleja trama que rinde tributo al pasado y le da una gran despedida a la vez que expande el universo de Star Wars y le entrega las riendas a una nueva generación de personajes (y no solo me refiero a Rey, Finn y Poe). A veces la película se siente muy densa por todas los arcos dramáticos que ocurren a la vez y algunos quizás fueron más largas de lo necesario, por lo menos en mi caso de vez en cuando sentía que estaba viendo más de una película a la vez. Por suerte esto es compensado por la riqueza de la historia, la urgencia de la trama y los interesantes personajes. Otra gran fuerza de la película es el trabajo de edición que se hizo porque logra mantener un ritmo adecuado, una progresión lógica y en combinación con la dirección de Johnson y el trabajo actoral, también se logra una excelente transición entre los distintos tonos y emociones de una película que puede pasar de un momento bien serio o dramático a otro increíblemente gracioso sin que se sienta forzado y sin que le robe el impacto dramática a la historia. Asimismo, aunque esta no es una trama que depende de grandes giros para sorprender al público, sí hay muchas sorpresas que tienen sentido en el contexto de la historia que Johnson quiere contar. Es decir que aquel que vaya esperando una típica película de Las Guerras de la Galaxia se encontrará con una gran sorpresa.
En cuanto a los actores, debo de admitir que por mucho tiempo estaba preocupado por Mark Hamill porque gran parte de su carrera después de la trilogía original ha consistido en ser actor de voz (para muchos él es la voz definitiva del Joker), pero aún estoy sorprendido por el gran trabajo que hizo al volver a interpretar a Luke Skywalker. Aquí no habrán spoilers pero sí diré que fue impresionante ver como Hamill le dio una vida al complejo arco dramático Skywalker. En realidad el resto del elenco también hizo un muy buen trabajo. Las actuaciones de Adam Driver y Daisy Ridley ayudaron a que la extraña dinámica entre Kylo Ren y Rey sea creíble e interesante y por otro lado también sobresalen John Boyega como Finn y Oscar Isaac como Poe Dameron, hasta Laura Dern y Beneficio Del Toro hacen que las breves apariciones de sus personajes sean impresionantes.
Este fue el último papel de Carrie Fisher como Leia antes de su trágica muerte. Fisher también logra una buena interpretación, pero da pena pensar que originalmente la idea era que Leia tendría un rol más importante en el siguiente episodio de la saga. Ahora solo queda preguntarnos cómo los productores de Lucasfilm manejarán el papel de Fisher mientras que nosotros, los fans aún lamentamos la ausencia de nuestra princesa de una galaxia muy lejana.
STAR WARS: EPISODIO VIII – LOS ÚLTIMOS JEDI no es la típica película de STAR WARS, es más un inicio que enriquece este universo y que deja la puerta abierta a que nuevos personajes, sin importar quiénes sean ni de dónde vienen, se involucren con la lucha por el bien y a mantener la esperanza viva (nos olvidemos que la esperanza forma parte del ADN de STAR WARS). Ah, por cierto, esta película vale la pena verla en una sala de cine, no solo por su calidad, sino también por los efectos. Recuerden: ¡Batallas galácticas y naves espaciales! ¡Woohoo!