En otras ocasiones he mencionado lo importante que fueron las Teenage Mutant Ninja Turtles durante el ocaso de mi niñez (fueron los últimos juguetes que coleccioné), por eso cada que vez que estrenan una serie de televisión, película o cómic trato de consumir estos productos para estar al tanto de las nuevas interpretaciones de estos personajes. A veces recibo una agradable sorpresa, pero de vez en cuando me toca sentarme en una sala de cine para ver otra producción de Michael Bay (eso es lo opuesto a “agradable sorpresa”).
Han pasado dos años desde el estrenó de TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES, la nueva versión cinematográfica de las Tortugas Ninjas, y como le fue bien en la taquilla ($$$$$) ya tenemos una secuela. En TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES: OUT OF THE SHADOWS vemos más personajes y más batallas, pero no solo repiten los mismos errores de la entrega anterior, también descubren nuevos formas para meter la pata. En otras palabras, estamos hablando de un entretenido comercial de juguetes de casi dos horas de duración.
El filme nos muestra como Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello continúan defendiendo la ciudad de Nueva York “desde las sombras” (frase que repiten una y otra vez durante el filme), cuando Shredder (Brian Tee) se escapa de la prisión. Este temido guerrero une fuerzas con Baxter Stockman (Tyler Perry), Bebop (Gary Anthony Williams) y Rocksteady (Stephen «Sheamus» Farrelly) para completar una máquina que puede abrir un portal a otra dimensión y traer a la Tierra las fuerzas alienígenas del General Krang (Fred Armisen). Ahora las Tortugas deben de luchar junto con sus aliados humanos, April O´Neil (Megan Fox), Vern Fenwick (Will Arnett) y el vigilante Casey Jones (Stephen Amell), para proteger al mundo de esta terrible invasión.
Al igual que la primera parte de la saga de las tortugas, el puntos más fuerte de esta película es la manera en que interpreta las personalidades de las tortugas y la relación entre ellos, porque en realidad se comportan como adolescentes y hermanos. Otra punto a favor de la película es que mantiene un ritmo acelerado que no le da la oportunidad al público de que se aburra, esto también ayuda a distraer al espectador para que no se fije en los aspectos negativos de la película (porque de eso hay mucho).
La adición de Bebop y Rocksteady es un gran acierto que le encantará a los fan de las Tortugas Ninja. El filme realmente captura la esencia de estos personajes de una manera divertida, aunque hay una discrepancia entre la manera en que son presentados en comparación con los héroes del filme. El diseño de las tortugas en estas películas es raro porque incluye detalles como fosas nasales, labios y hasta cicatrices para diferenciarlas de sus otras encarnaciones y darles un aspecto más “real”. En cuanto a los dos secuaces de Shredder, también tienen algunos detalles para aterrizarlos en el mundo “real”, pero tienen más en común con las versiones de la serie animada original.
En este filme pasamos más tiempo con las tortugas que con los humanos y eso es excelente, pero los cineastas responsables de esta producción desperdician el talento de sus actores de carne y hueso. Laura Linney es una muy buena actriz pero aquí su interpretación apenas se siente, y lo mismo se puede decir de Arnett, Perry y Amell. En realidad esto no afecta la actuación de Megan Fox . Ella sigue siendo Megan Fox. Asimismo, fuera de aparecer en una o dos escenas, Splinter es irrelevante en esta película. Es como si el padre adoptivo de las Tortugas decidió dejar todo en manos de sus hijos para quedarse en su guarida viendo telenovelas. Ah, casi me olvido de Shredder. El peor enemigo de las tortugas tiene tan poco impacto en esta historia que apenas vale la pena mencionarlo. ¡Qué desperdicio! Y mientras menos hablemos de Krang, mejor.
En general la historia es tan simple que hay momentos en que tiene el mismo nivel de coherencia que un episodio de la serie animada de las tortugas de los 80. Quizás esa es una crítica demasiado severa pero, como mencioné antes, esto parece un gran comercial de juguetes.
Si empezamos a analizar cada falla de la trama, este artículo se convertiría en una serie de varias partes, así que podemos resumir este punto diciendo: ¡Blegh! Está bien que la película esté dirigida a un público infantil, pero eso no es una excusa para contar una historia mediocre, especialmente cuando actualmente existe una serie animada de esta franquicia de muy buena calidad en cuanto a la animación, la trama y el desarrollo de los personajes.
Visualmente el filme está bien, los efectos son divertidos y extravagantes, pero a veces la película tiene el aspecto de un dibujo animado y en otras ocasiones no se entiende lo que ocurre, especialmente durante las peleas. Y aunque hay más escenas de acción en este filme, no son nada impresionante. Por ejemplo, se supone que las tortugas y los soldados del Clan del Pie son ninjas, pero la mayoría de las coreografías no reflejan esto, son muy genéricas.
En fin, TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES: OUT OF THE SHADOWS es una película que puede ser divertida si se ve en una sala de cine con la familia, y quizás sea interesante para aquellos que han sido fans de las tortugas desde la década de los 80 (pero lo dudo), aunque creo que desperdiciaron esta oportunidad para corregir un error de la primera parte, me refiero a cómo fue que las tortugas aprendieron artes marciales. Un día, mientras estaba barriendo el piso de su hogar (un acto inútil, ya que viven en las cloacas), Splinter encontró un libro sobre el arte de ninjutsu. Él estudió este manual, después entrenó a sus hijos y ya, son ninjas.
https://www.youtube.com/watch?v=NmO6sBUSCWA
Por suerte Splinter no encontró un manual de decoración, un libro de autoayuda o instrucciones sobre como reparar un electrodoméstico, o sino la historia de las tortugas habría sido muy diferente. Por ejemplo, de haber descubierto una edición de “El arte de la cocina francesa”, un libro de recetas de Julia Child, las tortugas habrían tenido al chef Gordon Ramsey como enemigo en vez de a Shredder.