¿Qué pasa cuando Spider-Man, Batman, John Connor, el payaso Pennywise, el Winter Soldier, Alicia del País de las Maravillas y la nieta de Elvis Presley se ven involucrados en un thriller psicológico? Como no tenía ni la menor idea cuál sería la respuesta decidí ver THE DEVIL ALL THE TIME, una nueva producción de NETFLIX que cuenta con un elenco estelar y una premisa muy interesante. O por lo menos eso fue lo que me dio a entender su tráiler.
En esta historia de violencia y redención conocemos a Arvin Russell (Tom Holland), un joven que se ha dedicado a proteger a sus seres queridos en Knockemstiff, un apartado pueblo de Ohio donde predomina el fanatismo religioso, la corrupción y la brutalidad. La vida de Arvin se va tornando más peligrosa cuando su camino se cruza con varios personajes siniestros y ahora tiene que ingeniárselas para sobrevivir.
Este filme fue dirigido por Antonio Campos, cineasta que también ha dirigido las películas BUY IT NOW, AFTERSCHOOL y SIMON KILLER. Esta producción es casi un evento familiar para Campos porque no solo escribió el guion junto a su hermano Paulo, su esposa Sofía Subercaseaux se hizo cargo del montaje de la película. Por otro lado, THE DEVIL ALL THE TIME es una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Donald Ray Polock, quien también es el narrador del filme.
A nivel técnico la película está muy bien hecha, cuenta con una buena dirección de fotografía y un aceptable uso de efectos visuales. Asimismo, la edición o montaje mantiene la continuidad clara y aunque la trama se desarrolla a lo largo de veinte años la historia se mueve a un buen ritmo. A pesar del contenido violento y sexual de esta película, en realidad no muestran mucho, en la mayoría de los casos solo insinúan lo que ocurre y por lo tanto no hay tantas escenas que son visualmente impactantes, excepto por un momento que impresiona por su brutalidad y por lo inesperado que es.
La banda sonora también está muy bien realizada y enriquece el ambiente en el que se desarrolla la trama de la película, pero a veces es muy obvio cuando una canción que se escucha en el fondo de un escena revela qué es lo que está a punto de ocurrir.
La trama en sí está compuesta por varias tramas secundarias que convergen en distintos puntos. THE DEVIL ALL THE TIME a veces es muy densa y confusa por toda la información que se comparte a través de la voz en off de un narrador en varias escenas. Esto a veces causa la sensación de que el espectador está estudiando para un examen de Historia. En otras palabras, este filme a veces comete el error de no seguir la regla de “enseña, no cuentes”. La película sí logra darle vida a este mundo en el que prevalece el fervor religioso, la hipocresía y la corrupción, pero a pesar de que muestra los culpables y sus crímenes, lo hace de una forma muy superficial.
Además, en esta producción se siente cierta similitud o quizás influencia del cine de los hermanos Coen, quizás por la forma en que se utiliza el narrador o por los excéntricos personajes, pero carece del humor negro de muchas de las obras de esos cineastas.
Como ya he mencionado anteriormente, este filme cuenta con un elenco repleto de estrellas de producciones más comerciales, pero hay que sobresaltar las impresionantes actuaciones de Robert Pattinson como el Pastor Teagardin y Bill Skarsgård como Will Russell. A pesar de tener un tiempo limitada en la película, estos individuos son las estrellas de cada escena en la que participan. Además hay que mencionar la interpretación de Sebastian Stan como el alguacil Lee Bodecker y a Mia Wasikowska como la joven Helen Hatton (en realidad no es nada del otro mundo, pero el que solo la conoce como Alice se va a sorprender). Tom Hollan, Jason Clarke y el resto del elenco también logra un buen trabajo actoral, pero no es nada sobresaliente.
A pesar de todos su desaciertos THE DEVIL ALL THE TIME es muy interesante y vale la pena ver aunque sea una vez, pero no es el tipo de filme que es apto para cualquier momento o para compartir con todo el mundo, sino más bien es una película que hay que sentarse y dedicarle la atención adecuada para apreciar todos los detalles que la componen.