Hay quienes opinan que ya no hay historias originales que contar, que lo único que se puede alterar es la forma en la que las contamos, por eso no es raro que el acto de ver una película pueda causar una sensación de déjà vu en el espectador, especialmente cuando se trata de una película comercial de Hollywood.

Hace unos días por fin pude ver The Martian, la película de Matt Damon en la que vuelve hacer el papel de un astronauta que también ha sido abandonado en el espacio. ¿Quién sabe? Quizás con dos o tres películas más con estos elementos se pueda crear un nuevo género cinematográfico llamado “Damon en el espacio” y quizás se inventen una frase como “Usted ha sido… ¡Damonisado!” para explicarle a una persona que ha sido abandonada en otro planeta (pero estoy seguro se pueden inventar una frase más ingeniosa que esa).

En la película vemos como, al finalizar su misión a Marte, la tripulación de la nave Ares III pierde contacto con el astronauta Mark Watney (Matt Damon) tras una fuerte tormenta. Watney es dado por muerto por el resto de sus compañeros y es abandonado en aquel planeta. Ahora Watney, con apenas escasos recursos, depende de sus conocimientos, humor y su instinto de supervivencia para comunicarse con a Tierra y mantenerse vivo mientras espera un rescate.

Ridley Scott ha dirigido una muy buena película de ciencia ficción con excelentes actuaciones, especialmente la de Damon quien, a pesar de pasar la mayor parte del transcurso del filme solo, mantiene al espectador entretenido e interesado en la trama. Se puede decir que sin Damon no hay película, pero no creo que se compare con Tom Hanks, quien pasó más tiempo solo ante la cámara en Cast Away (y no, Wilson no cuenta).

Además de las excelentes actuaciones del resto del elenco, otro punto a favor de la película es la ciencia. No soy un científico y hago búsquedas en Google hasta para cambiar los bombillos en mi casa, pero todo lo que ocurre en este filme se ve real y tiene sentido dentro de la lógica de la historia. Eso es quizás lo más importante que, sin importar que sea real o no, la forma en que la película presenta la ciencia hace que el espectador crea en ella.

Mis únicas observaciones negativas de esta película no son nada alarmantes, aún así, me llamaron la atención lo suficiente para distraerme. Por ejemplo, el tráiler de The Martian reveló suficientes detalles de la historia para adivinar el rumbo que seguiría la trama. Asimismo, y esto es algo que quizás solo me haya ocurrido a mi, es que vi, o quizás me imaginé, algunas referencias al personaje de Matt Damon en Interstellar, pero puede ser que esté equivocado.

Lo que más me llamó la atención del filme fueron las similitudes que comparte con una vieja película de Val Kilmer, Red Planet. No es que las películas sean idénticas, por ejemplo, The Martian es una película excelente y Red Planet es mala, muy mala, pero hay ciertos elementos que sus respectivas tramas comparten. Quizás solo sea una coincidencia, especialmente porque The Martian está basada en una novela del mismo nombre que fue escrita por Andy Weir, mientras que Red Planet fue creada, no sé, quizás como una excusa para que, cuando las cámaras dejen de rodar, Tom Sizemore golpee a Val Kilmer en el pecho con tanta fuerza que cause se desmaye (aparentemente, esto pasó en realidad y a nadie se le ocurrió incluirlo en la película).

De todas formas, si tiene la oportunidad de ver The Martian, hágalo, es una película muy buena. Y si se ve en la situación de que tendrá que ver Red Planet porque la confundió con Mission to Mars (otra película sobre el planeta Marte que se estrenó en la misma época), será mejor que invite a unas amistades que la vean con usted. Lo digo porque usted no es Matt Damon y no hay motivo por el que tenga que sufrir en soledad.

FICHA TÉCNICA:

The Martian

Género: Ciencia Ficción

Director: Ridley Scott

Guión: Drew Goddard

Elenco: Matt Damon, Chiwetel Ejiofor, Jeff Daniels, Kristen Wiig, Sean Bean, Jessica Chastain, Michael Peña, Kate Mara, Mackenzie Davis, Sebastian Stan y Donald Glover.

Basada en: “El marciano” (The Martian), de Andy Weir