No recuerdo cómo ni cuándo me enteré por primera vez de la existencia de TREMORS. Creo que había visto los trailers pero definitivamente no la vi en el cine, sino en la televisión porque se convirtió en una de esas películas que pasaban regularmente, lo más seguro para llenar algún bache de programación. Fue así que la vi, varias escenas a la vez cuando la pasaban hasta que un día la pude a ver de principio a fin y en cada ocasión mi reacción fue la misma: me divertí. Este es uno de esos filmes que no son muy complicados ni profundos pero que son sumamente divertidos, o por lo menos eso era lo que creía porque han pasado muchos años desde la última vez que la vi. Como este año se celebra el 30 aniversario de su estreno decidí volver a ver TREMORS y confirmar si el paso de las años la ha vuelto menos divertida.
Aquí conocemos a Val McKee (Kevin Bacon) y Earl Bassett (Fred Ward), dos habitantes de Perfection, un pequeño pueblo aislado al borde del desierto de Nevada. Cuando este comunidad empieza a ser atacada por extrañas criaturas subterráneas los dos amigos y la joven sismógrafa Rhonda LeBeck (Finn Carter) deben de buscar la forma para detener a estos temibles monstruos antes de que los eliminen a todos.
TREMORS es la ópera prima de Ron Underwood, cineasta quien también fue director de películas como CITY SLICKERS, SPEECHLESS, HEART & SOULS y el desastre mejor conocido como THE ADVENTURES OF PLUTO NASH. Asimismo, Underwood escribió este guion junto a S.S. Wilson y Brent Maddock, guionistas que también colaboraron con los guiones de las otras entregas de esta franquicia (sí, TREMORS es una franquicia que cuenta con siete película y una serie fallida).
Los realizadores de este filme se aprovecharon de los remotos paisajes cerca de la ciudad de Lone Pine, California y la comunidad aislada de Darwin, también en California, para darle vida a la ciudad ficticia de Perfection, Nevada. En realidad para este filme solo se crearon dos sets para escenas de interior, el resto del filme transcurre en espacios exteriores. La identidad visual de este filme no solo es definida por una buena dirección de fotografía sino también por el gran trabajo de edición que le da un ritmo dinámico al filme combinado con efectos prácticos que han resistido el paso del tiempo (es decir que las criaturas siguen siendo asquerosas). Ah, y la banda sonora a veces muy similar a una vaquerada y esto le da un toque muy espacial a la personalidad de TREMORS.
La trama en sí es simple pero efectiva. Cuando los habitantes de esta remota comunidad empiezan a morir el resto de los personajes deben de descubrir qué ocurre y después de que confirman la existencia de las criaturas deben de buscar la manera de sobrevivir. Aún así, en el guion se mantiene un balance entre elementos de suspenso, acción, terror y comedia y logran una transición fluida entre estos distintos tonos.
Por otro lado, TREMORS cuenta con personajes pintorescos y bastante agradables y esto nos lleva a otro de los elementos mejores logrados de este filme: el casting. El elenco aquí es excelente y la química que existe entre ellos es palpable, especialmente en el caso de los protagonistas Kevin Beacon y Fred Ward y es una pena que no existan más películas con esta pareja. Otro actor que hay que resaltar es Michael Gross por su entretenida interpretación y también porque el personaje de Burt Gummer se ha convertido en la cara de la franquicia y ha participado en todas las secuelas.
No importa cuántos años pasan ni cuantas secuelas filmen, TREMORS sigue siendo una de esas películas que se puede ver en cualquier momento y no deja de entretener. Esta es otra buena opción para un maratón de películas de monstruos durante la temporada de Halloween. Por cierto, la franquicia de TREMORS cuenta con un canal de YouTube en el que han subido varios videos en honor al 30 aniversario. Este es uno de ellos.